sábado, 2 de noviembre de 2013

Eufemismo cont.




 
   
Decíamos entonces que era de mal gusto decir que la moceta estaba preñada. Por Dios que ordinariez. Preñada se quedaba la perra o la gata, pero la moceta no. En todo caso estaba embarazada, o mas finamente encinta y en todo caso como monumento a la ñoñez en estado ¿de que? En estado de buena esperanza. Imaginemos, la Maripili se ha casau de penalti. O sea, que se casa preñada. No seas burro, se casa en estado de buena esperanza. Si a la Maripili le debía hacer una gracia de en estado de buena esperanza que vamos.....
Hoy ya no se casa la gente de penalti ni falta que hace. Y si una quiere tener un hijo sin casarse pues porai tenemos a más de una política famosa que ha obrau el milagro. Encintarse sin pasar por el aro. Lo de no conocer varón igual les queda muy lejos pero se encintan sin necesidad de consumar.  Y además quedándose sin el sagrado placer de orgasmar.. Claro está que depende de con quien se llega a alcanzar el éxtasis divino, porque dependiendo de con quien será algo más que milagro. Y si no que se lo pregunten a nuestro gran Deseado I, el gran Fernando VII  que a pesar de gozar de herramientas excepcionales, alguien supone que le llamaban el deseado por eso, lo tenía más que crudo a la hora de cumplir con Su Majestad Doña María Josefa Amalia de Sajonia  ( Maria Josepha Amalia Beatrix Xaveria Vincentia Aloysia Franziska de Paula Franziska de Chantal Anna Apollonia Johanna Nepomucena Walburga Theresia Ambrosia) de nombre completo, creo que a mitad del nombre ya no sabría el buen rey con que mujer de vida galante estaba,  que tuvo que intervenir hasta el Papa  Pio VII para que no se asustase de cumplir los deberes conyugales. Que no, q´eso no es pecau si lo haces con el marido. Ella con diecisieis  preciosos años pasó del convento a la cama real y él con treintaycinco y mas exprimido que huesillo de aceituna debió asustarla con el cañón de su trabuco, acompañante fiel desde su nacimiento.

Ahora nos vamos a ese lugar a donde todos nos mandan cuando no saben donde quieren que estemos.
Vamos p´ande amargan los pepinos. Con cierta intención poética lo definen como aquel lugar donde la espalda pierde su casto nombre pero:


¿por qué no asombrarnos de esas respingonas posaderas que si además de ayudadas por unos tacones de andamio y un buen levantacolas? Y no digamos si además van acompañadas de un estudiado vaivén que a más de uno le hacen más parecer que está ante la final de la Davis y que aumenta la capacidad visual más allá de las prendas íntimas en vano intento de imaginar lo que sucede tras o bajo la tela.




Y si en vez de llamarlo culo nos refinamos y le llamamos  pompis, un poco fino ¿no? Cachetes le llaman otros, hummm, un poco vulgar ¿no te parece? Pues chica tu me dirás como le llamo por que el paquete no se como será pero el patio trasero parece bien formado, musculoso, preto como les gusta a las mujeres. Y a muchos hombres. 


 Hay quien gusta más de la carne trémula y les gusta flanecito , pan dulce o huesito dulce, otros que sea mullidito y confortable y le llaman amortiguador o airbag
Nalgas o glúteos meda que demasiado técnico, las ancas las dejamos pa los animales ¿como más las llamaremos? ¿Posaderas?




Pos lo dejamos como está y acabamos.
 
Estrechas y cortas faldas  
 su nombre así disimulo
donde se acaba la espalda
¿por qué no llamarlo culo?



 NO LO OLVIDEN







Salú pa tós












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