domingo, 30 de marzo de 2014

Bicurioso





El domingo fuimos toda la cuchipanda a ver Filomena, la película en la que se narran las vivencias de una mujer a la que roban su vástago porque según los conceptos religiosos, aún vigentes en muchas mentes, no merecía ser madre al haber concebido a su hijo fuera del matrimonio, o sea en pecado mortal de necesidad, vaya, de los de ir al inzierno. Sin remisión ni perdón posible y condenada a una vida eterna de sufrimiento. Aquí y en el más allá si llega a existir. De los diez mandamientos el sexto es el rey de los cielos o el presidente supremo de las repúblicas religiosas, capador magnífico y eficiente de la libertad sexual. Claro está que en nombre de la libertad se puede robar, violar y matar, incluso hacer que parezca legal e incluso legítimo pero claro está que como ellos entienden de leyes y nosotros no pues nos las manejan e interpretan a su antojo, usease, se lo pasan por el puente perineal o el por el arco púbico, mas correctamente expresado como arco de triunfo.
La cuestión es que en un momento determinado se descubre que el supuesto hijo de la Filo es catalogado como bicurioso. La respuesta hilarante de la sala me dio a entender como que era homosexual. Dígolo cierta y aseveradamente que yo no tenía ni puñetera idea de que ese término existiera.
Curioso como humano, y como supongo la mayoría de animales propúseme buscar y analizar el susodicho vocablo.
Yo de curioso tenía dos ideas, más bien tres. Persona que siente curiosidad por las cosas, y que le interesa el conocimiento de las cosas para comprenderlas. Persona que le gusta enterarse de todo y andar de correveidile, alíado y primo carnal del chismoso, más habitualmente llamado curiosón y la persona que es hábil, fina y ordenada para hacer un trabajo y que no ensucia al hacerlo.
Puestos al hilo un bicurioso ¿sería una persona que posee a la vez dos de estos atributos del vocablo?
Juguemos a combinar La tres juntas no puede ser porque las dos primeras son incompatibles y contrarias. La primera hace de la curiosidad un hábito sano y aunecedor y la segunda su opuesto, el cotilla, el destructor. Descartamos también que estas dos opciones vayan juntas por lo mismo antedicho.
Dos opciones nos quedan, si emparejamos la segunda con la tercera resulta que el curiosón, digamos disco duro o biblioteca pública de chismes y secretillos no suele ser fino en el trabajo y mucho menos limpio y ordenado, porque si algo deja a su paso suele ser más bien mierda. Metomentodo y catacaldillos no le importa beber aguas corrompidas con tal de sacar provecho e información de cualquier situación. Y esto si que no me cuadra. La otra opción podría ser por descarte, eliminadas las otras opciones, veamos,  una persona que siente curiosidad por las cosas puede ser ordenado, pulcro, aplicado tenaz, en el intento de aumentar sus conocimientos lo que le haría coincidir  con el tercer concepto, el de persona que hace bien su trabajo. Pero hete aquí que estos serán los menos puesto que también hay personas curiosas que son un verdadero desastre. Allá por donde pasan arrasan. Joder que lío me estoy armando.
Y si encima a una cosa rara o extraña tambien le llamamos curiosa? pues acaba y vamonós.
Y amás  que puñetas tiene que ver todo lo antedicho con la sexualidad, que esa es otra, que el empleo de la palabra se entendía en términos de sexualidad.
Menos mal que en estos tiempos tan modelnos tenemos santos protectores como San Google o San Yahoo que muchas veces nos sacan de errores y nos llevan a ellos otras tantas o más.

Si nos arrimamos a la enciclopedia de los errores o Wikipedia, que en muchos aspectos me parece genial pero que a veces las mete hasta las trancas tenemos:

 Bicurioso - o heterocuriosidad - es un término referido tanto a una persona que no se identifica como homosexual ni bisexual pero siente o muestra curiosidad por una relación o actividad sexual con alguien del mismo sexo, como a una persona que no se identifica como heterosexual ni bisexual pero muestra curiosidad por una relación o actividad sexual con alguien del sexo opuesto. Otros nombres equivalentes con este último sentido del término son homoflexible y heteroflexible, según corresponda a una persona predominantemente homosexual que ocasionalmente puede tener alguna relación heterosexual, como a una persona predominantemente heterosexual que en ocasiones puede mantener algún contacto homosexual, respectivamente.
Si les digo mi opinión me parece una masturbación lingüistica, vamos a ver si me entero. ¿el hijo de la Filo es homosexual o heterosexual? o ¿es bisexual?  O ni lo uno ni lo otro sino todo lo contrario. Puestos a disfrutar del arte culinario pues será de gustos variopintos cuando toque pelo conejo aunque sea  lampiño y cuando toque pluma pues pollita, versión femenina del pollo, aunque a alguno le guste la carne más dura y prefiera el animal un poco más grande y terso. Y si siente debilidad por el pescado un buen trucho no vendrá nada mal pa salir del paso. Claro está que si uno es vegetariano pues puede optar entre nabos, zanahorias o espárragos y castañas. En fin que si uno pasa hambre es porque quiere.

Puesto a  comprender la definición de las identidades sexuales con tanta terminología mesiace la picha un lío, cosa harto difícil en la práctica pues en bajamar no da de sí pacel un ñudo y en pleamar está tan rígida que no hay quien la doble. El tiempo entre mareas no está muy bien regulado y suele resultar más bien corto y no da más de si. Cosas de la vida. O más bien de la madre naturaleza.

Así que puestos a pensar la SMI, el sistema monetario internacional no,  por Dios que al final hacemos de todo pelas, la Santa Madre Iglesia nos enseño de pequeños que había dos sexos, únicos y diferenciados, ocultos tras unos trapillos y que solo los mayores estaban utilizados a usar, previo paso por la oficina de pago y que solo y unicamente servían para traer hijos al mundo para bien de Dios y gloria de la Iglesia. Y que el asunto claro y de muy simple funcionamiento consistía en la intro ducción de un vástago o apéndice carnal del macho en el  orificio o nido de la la hembra.

 Y nació la curiosidad. Hete aquí que echándose unas pajas, más bien haciéndose la cañocla, o la cusca como dicen en mi pueblo, onanismo le llama la SMI, alguien debió descubrir que tenía un nido por la parte de atrás, y decidio probar a ver si el vástago y el orificio del nido encajaban. Pues hombre, un poquico preto sí, pero encajaba y amás daba gustico.  Pos ya estamos cuando no haiga disponibilidad o escasee el pelo pues pluma. Y por el contra las hembras, tanto o más curiosas que los machos descubrieron que si se rozaban convenientemente las embocaduras de los nidos no es que se llegara a prender fuego, pues la zona es un tanto húmeda pero casi. Y de paso prescindían de los cansos de los machos que no hacían otra cosa que pensar en meter el pájaro en el nido una y otra vez. 
Y curioseando y curioseando pues pensaron oye, y si en vez de machos nos comportamos como hembras y versiversa que resultaría, pues un güirigay.

Y claro está con tanto término yo inocente de mi pensaba que un homoflexible era un hombre de goma, un contorsionista de esos que aparecen en los canecillos del románico y resulta que es un homo multicanal, o sea que le viene bien todo, se hacen los ajustes necesarios y listo.
Y que un bisexual era una persona con los dos sexos, pero resulta que no, que eso que eso es hermafrodita, y que en muy rara o rarísima ocasión nos lo da la madre natura a los humanos. Y menos mal porque todavía anda suelto por ahí algún miembro del linaje Torquemada y seguro que la preparaba.
Y que metrosexual era un hombre que la gastaba de a metro, o el que se lo hacía en el metro, !qué sé yo!
 Y total que andamos utilizando latinajos y grieguismos seudocultos para llamar pan a una mezcla de agua harina y sal, ya cualquier masa vale y vino al zumo de uva fermentado. Porque si al idioma castellano le sobra algo son palabros pa llamar a las cosas por su nombre.
Ahora les llamamos gays a los homosexuales masculinos, vocablo procedente del inglés y cuyo significado es de alegre, vividor o mas conversacionalmente correcto homosexual, del griego homo el mismo, sexual  sexo,  en este caso masculino. Curisodades del lenguaje que si tomamos la palabra homo del latín homo, inis resulta hombre sexual  y si el hombre, o mujer no tienen sexo, resulta que serían ángeles, espíritus o entes que según nos dicen los textos religiosos son asexuados.
Claro está que hay que diferenciar y a la mujer homosexual le llamamos lesbiana, de la isla de Lesbos donde vivía Safo que se enamoraba de las jóvenes poetisas. Siendo así ¿por qué no llamar a las lesbianas  safianas o sáficas?
El término más habitualmente usado para definir al homosexual masculino, además de los de sarasa y bujarrón, entre otros como soplanucas, comesables, soplavelas o mariposón,  maricón, que provenie de marica y este de maría, Su uso según el diccionario de los sesudos, el DRAE es peyorativo y tiene dos acepciones, homosexual masculino y hombre afeminado. Sin embargo los homosexuales  masculinos reivindican utilizar entre sí la palabra maricón frente al anglicismo  gay como mejor definición de su condicióm sexual lo mismo que los ingleses con la palabra queer o cuir que tiene el significado de "extraño", "raro"o "poco usual"y habitualmente utilizado para designar minorías sexuales que no son heterosexuales, heteronormadas o de género binario.
Anda ya, que este también se ha pasau los cinco dedos por el cerebro. Ya no somos  heterosexuales sino heteronormados o de género binario. O sea clasificados. Ya les vale.
Visto lo visto y dada la variedad existente en el mercado yo cambiaría la palabra bicurioso, por cierto de origen inglés, por un otra de más amplio contenido. Como a mí me gusta ver, observar y disfrutar de todo aquello que sea bonito y precioso, soy.....multicurioso.

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