miércoles, 23 de octubre de 2013

Cipotegato

Cada 27 de Agosto a las doce en punto del mediodía en las fiestas que se celebran en honor a San Atilano tiene lugar un singular acontecimiento. !!!Los jueves milagro.!!! Como en la penícula. Ya ya, ya quisieran muchos solteros y casi tos los casaus q´hubiera milagros los jueves, tal como anda el patio si cae algún milagrico el sabadete van que chuflan.
En primer sólo es el jueves cuando toca o sea siempre el 27 de Agosto y puntuales cual británicos a las doce o´clock, o sea en punto, del mediodía.
De repente como alma que lleva el diablo, o cual mismísimo demonio irrumpe en la plaza un personaje  encapuchado, con un traje cual arlequín de colores amarillo, rojo y verde.

Armado tan sólo con un palo y una cadena con una bola en la punta y corriendo por un pasillo que le hacen amigos y antiguos oficiantes, el honor se sortea entre mozos y mozas del pueblo, trata de llegar desde la casa del Ayuntamiento hasta un monolito situado enla plaza. !Va´ chorrada! dirán algunos. Güeno, no debe ser tan chorrada cuando te esperan lo menos diez mil personas que te perseguirán y amás te lanzarán otros tantos kilos de tomates.
 Curiosa forma de empezar las fiestas tienen por esas tierras pero todo tiene su tradición. Supongo que los romanos que en su tiempo anduvieron p´aquí no dirían tomata or patata iacta est. !!Joder!! y ¿con que le tiraban?. Pues con ná, a cé que paices tonto, que cuando los romanos no había cipotegato. ¿Y los mahometanos que? ¿Tampoco? Pues supongo que no podían decir alá tomatá, en España no había tomates. ¿antonces? Pos paice ser q´allá por el siglo XVIII, mas o menos a mediaus que hay algún documento q´habla del asunto, bueno hablar, lo que se dice hablar..... bueno, pos que hay algo escrito sobrello.
Parece ser que in illo tempore era una especie de bufon, "pellexo de gato" que  con un palo y una bola espantaba a los niños para dejar expedito el paso a la procesión y actos religiosos del Corpus. Y esto durante más de 200 años.
Otra versión es la siguiente: Había en Tarazona una carcel. Por fiestas se daba la oportunidad a un preso para ser libre. Se le daba un palo con una cadena y una bola y se le prometía que si era capáz de salir del pueblo sería libre. Y lo soltaban en la plaza del Ayuntamiento. Lo que no le decían era que todo el pueblo l´staba esperando con piedras y gallones para lanzáselas a su paso.  Que se le va´cer. Torcíos como sogas.

Más información
 http://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=13&ved=0CHcQFjAM&url=http%3A%2F%2Fwww.20minutos.es%2Fnoticia%2F1904351%2F0%2F&ei=9bZdUoTcO4WQhQfD9YDABw&usg=AFQjCNHPihw8-04c7lbYXx-E3xoMjmrPcQ&sig2=hp0sFV8HizBLLEAwpXu8FQ&bvm=bv.54176721,bs.1,d.bGE&cad=rja

Salú pa tós


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