viernes, 22 de febrero de 2013

pelendengues

!!A ver !!, !!a ver!! Que levante la mano aquel/lla a quien no le hayan dicho más de una vez  !!!!!Tocamé los pelendengues !!!!! ¿ Y si alguien con voz tenue e insinuante le sugiriese que le acariciara suavemente detrás de los pelendengues?. !!!!Joder!!!! !!!Ya vale no?!!! otra vez con la burra a blincos.  Y es que somos como somos. Un argentino me diría "es que vos sos incorregible, tendría que buscarse un psicoanalista de cabecera, pa que to los días le tuviese a vos controlao" Pobre sicoanalista, acabaría copiandome y encima le tendría que pagar. Pues no que no estoy por la labor, amás, ¿que se han imaginado ustedes? Eh!!! Si lo tomamos a "sensu sui" a ver quien lo traúce, Resulta que si yo, señor, le puedo estar pidiendo a mi señora que me acaricie justo detrás de mis colgaduras naturales, useasé en el perineo. Zona gustosa y gozosa si es bien estimulada, pero resulta que si nos vamos a una de las definiciones que los sabios de la RAE hacen de este vobablo es de adornos femeninos de escaso valor. Y están los de la Real (academia) tocándonos los dichosos. Hay que ver que mal valorados andan los órganos de la herencia, ni que  uno los llevara arrastrando cada dos por tres. Y pa rematal nos define los pelendengues como una moneda de vellón, metal de escaso valor, con valor de cuatro maravedís en tiempos de Felipe IV y que era de común dichura "valer menos que un perendengue" que traducido a riojano se trasforma a pelendengue.

Vamos a ser un poquito, solo un poquito más castos, algo que según las últimas tormentas vaticanas nos dicen que por allá de eso ná, q´el sexto mandamiento, y los demás, están pá saltaselos. A lo que íbamos, ¿no les gustaría a ustedes que una voz suave y cálida les susurrara al oído golosinas verbales mientras les acarician suavemente detrás de la oreja? ¿A que sí? Está claro señores míos que aquí el sensu sui, significa sus/nuestros sentidos, en la otra ocasion lo hubieramos interpretado  como el sentido del cerdo o marrano, sui cídere non pecatus est,  por cierto, animal del que dejamos de comer tan solo los huesos, y aún así los echamos pa la sopa, o sea que mejor dejémos al susodicho animal en paz. En esta ocasion  pelendengue, del latín pendere, lo que cuelga, se refiere a aretes, pendientes, arracadas o zarcillos. curioso derivado de circus, del latin circellus, circulito, o sea un arito o arete que se cuelga de la oreja, las arracadas serían pendientes más adornados que se regalaban a la novia elo, día de su boda, de lo que se derivan las arras nupciales.
 Y pa cerral el círculo por analogía con los pendientes se le llama pelendengues en la Rioja Baja y zonas limítrofes de Aragón y Navarra a esas hermosas cerezas que unidas de dos en dos por el rabito se colocan los niños como adorno poníendolas en las orejas. ¿algo más casto e inocente? Casi ná.

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