jueves, 29 de enero de 2015

El Esconjuradero





Hay que joese. Que l´acabo de trael a la María un ramico laurel y a poco me pega con el.
!!Pa que me trais esto!!! !pa´storbo!!
!Quiá!! !!Que m´han dicho que´sto espanta las tromentas!!!
!!pa tormento ya´stas tú! Qu´hay que bendecilo primero en Domingo de Ramos y tu si entras en la iglesia tocan las campanas solas. Qu´estamos en Enero. Pa cuando llegue la Semana Santa ande andará este ramo. Anda trae, que al menos servira p´apañar algún guiso.  Me lo dice torciendo un poco el morrillo como si s´enfadara de verdad, pero en el fondo le gusta que le traiga cosas. Luego lo pondrá a secar y mas alante echará un casco d´hoja en las patatas y sabrán a gloria, perdón a María.

Y es que después de bendecidos los ramos de laurel, olivo o palmas se colocaban en los balcones o ventanas para espantar las tormantas.
Viene esto a cuento del tentenublo que tiene su versión propia en las zonas del Pirineo central al norte de Aragón y zonas lindantes de Cataluña.

Si en otra entrada comentaba como se usaba el tentenublo para ahuyentar tormentas, al parecer más utilizado en territorio castellano veremos aqui como el esconjuro además de ese fin tenía el de espantar brujas, plagas de langosta o incluso epidemias. Y es que en aquellos tiempos se creía firmemente que las malas obras de los humanos eran castigadas por medio de los espíritus maléficos que se dedicaban a hacer toda clase de tropelías contra los humanos, tanto pecadores como no. 

Y como he comentado que el tentenublo era cosa más practicada en territorio castellano seguro que alguno me dirá !!!!joder!!! y !!Los Arcos de ande es!! Pues de Navarra, sin dudarlo pero.........como entre Navarra y la zona de la Rioja estaban siempre dandose calor por un casco tierra pues resulta que en una de esas Los Arcos y la Sonsierra (hoy llamada Rioja Alavesa) pasaron a manos de los castellanos. Los Arcos después de muchos años volvió a manos navarras y la Sonsierra se quedó como parte de Älava. No seamos quisquillosos eh, que ya se que San Vicente de la Sonsierra, Ábalos y algunas aldeas se quedaron en manos riojanas.

Y digo lo de práctica más asociada a territorio castellano porque por las comarcas pirenáicas de Aragón, y Cataluña tienen otra forma de espantar las tormentas. Se trata del esconjuramiento, o sea de romper el conjuro que la atraía hacia el lugar y espantarla hacia otro lado.




Fórmula de esconjuramiento




























www.loquetraeelcierzo.es/esconjurar-tormentas/

http://www.slideshare.net/bcalvog/esconjuraderos-22613620

También se tenía miedo a las brujas: Además de espantar a las tormentas el ritual del esconjuro iba destinado a brujas, plagas, espíritus, y demonios,  personajes malignos muy arraigados en la cultura popular como engendradores del mal.


El esconjuradero
El edificio típico de un esconjuradero en las zonas del Pirineo aragonés consiste en una construcción de planta cuadrada con arcos a los cuatro vientos al lado de la iglesia y con dominio visual sobre los alrededores desde donde se realizaba el esconjuramiento.
Tormentas, plagas y otros males eran consideradas como castigo de la ira divina por los actos realizados por los humanos. Y consecuentemente muy temidos por sus consecuencias. 


Desde aquí s'esconchuraba, es decir, se invocaba a las alturas no sólo para espantar tormentas, sino también para ahuyentar otro tipo de males como, por ejemplo, plagas de langosta o demonios.
Cuando la bruxa del lugar lanzaba la tormenta, repicaban las campanas, el mosén corría a refugiarse en el esconjuradero, y lanzando a viva voz las formulas sagradas, asperjaba agua bendita contra las nubes negras. Hoy se conserva una de esas formulas que el mosén gritaba en San Vicente:


“Boiretas en San Bizien y Labuerda: no apedregaráz cuando lleguéz t´Araguás: ¡zi! ¡zas!”

Junto a estos rituales había algunos mas o menos absorbidos por el ritual cristiano en unas ocasiones y considerado supersticion en otras.

Una de ellas eran las oraciones denominadas tentenublo (Detente, nublado), como ésta:

Tentenublo, tente en ti, no te caigas sobre mí; guarda el pan, guarda el vino, guarda los campos, que están floridos.



O la colocación en puertas o ventanas de ramas de laurel o de palma bendecidas el Domingo de Ramos o el día de San Juan.








Los espantabrujas
También esn esas comarcas abundan los espantabrujas sobre las chamineras o chimeneras cónicas que culminan los fogales o fogones. Son figuras colocadas en lo alto de la chimenea con el fin que su nombre indica espantar a brujas y seres maléficos.

 Aprenderámos más aquí.
 Los espantabrujas


Espantabrujas







 Eguzkilore
Aunque esta práctica es mas propia de zonas de cultura vasca la incluyo como curiosidad.
 Se colocan en las puertas de los caseríos o encima de ellas para proteger la casa: si algún espíritu maligno pretendía entrar en la casa y encontraba una Eguzkilore (significa "flor del sol"), tenía que pararse para contar los numerosísimos pelos o brácteas de la inflorescencia y el día le sorprendía sin haber terminado su tarea. 

Eguzkilore la flor del sol

Y si a pesar de todo  viene la tormenta recurriremos a la universalidad de implorar a Santa Bárbara pa que la aleje de nuestros dominios. 
 Santa Bárbara bendita

Aunque si hay tormenta prefiero que me pille en casa a cubierto.
Salú pa tós. 

POSDATA. Resulta que visitando la hermosa villa de Poza de la Sal me encuentro con la sorpresa de que ahí a una de las puertas de la muralla le llaman la puerta del conjuro, a la que salía el párroco cuando amenazaba tormenta para que no dañara las cosechas de sal.  05-05-2015



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