lunes, 23 de septiembre de 2013

Albornía



!!!!Agua va!!!. Supongo que así sería el aviso, si es que se avisaba de la caída, y no precisamente del cielo de un chaparrón de agua, y algo más procedente de más de una ventana. Tiempos en los que la inexistencia de agua corriente ni redes de saneamiento como se dice aura, las albornías se vaciaban a voz en grito. La albornía, vocablo en desuso, salvo en la zona de Cervera (del río Alhama) donde al decir de algunos, envidiosos ellos,  se habla mucho mal. Opinión que como descendiente de esa zona no comparto y no solo por tener ascendientes en la zona sino porque el hablar bien o mal no depende de que sea uno de capital, hay que oil como hablan algunos capitalinos, ni del acomodo a las reglas de la Real Academia.  Sí esa que solo registra palabros que han impreso algunos que se llaman escritores y que en realidad arrejuntan letras y palabras a menudo ideadas por otro. Está bien, amos a dejar quietos a los del sillón, que los de Cervera tienen su aire, su acento y sus palabras, usease, lenguaje y palabrero propio.    
Según el verbolario oficial, una albornía es una vasija grande de barro vidriado en forma de taza. Podríamos decir que es un tazón pero me da la impresión que no se trata de eso.
Un tal Sebastián de Covarrubias lo define como “escudilla tosca y grande de barro”  a diferencia de
la almofia “escudilla grande y no honda". Pues me paice que por aquí tampoco vamos bien, a mi entender es como si estuviera diferenciando entre el plato hondo y el plato llano. Y además tosca, sin la finura del vidriado. Entonces ¿ a que co.......   le llaman los cerveranos albornía? Pues a fe que somos tontos, ni más ni menos que a la palangana.  La palangana que sería la versión industrial de jofainas, aljabenas, bacías, zafas, y lebrillos y que servía par lavarse junto con el aguamanil  hasta la irrupción del agua corriente y los lavabos. Primero de metal, después de metal porcelana, y finalmente de plástico sigue teniendo su uso aunque hayan desaparecido los palanganeros, aquellos sirvientes que en las casas del pecado se ocupaban de retirar las aguas tras el acto carnal. Sin embargo siguen en activo los otros palanganeros, los hombres pa todo, los que hacen los trabajos sucios, como aquel Lope de Conchillos que según algunas lenguas, palanganero y secretario de Fernando II de Aragón, sí ese, el Católico, le dijo a su Rey, no se preocupe su alteza, de esto me encargo yo. El resultado, Felipe el Hermoso, muerto tras "ingerir un vaso de agua fría después de un partido de pelota". Y yo me pregunto ¿no le daría agua de la palangana?

Salú pa tós.

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