Desconozco si esa incapacidad de vencer con la premura necesaria es el origen de otra acepción menos conocida del vocablo. Hacía mucho tiempo que no oía esa palabra con la acepción de tonto, algo más suave que la de gilipollas pero hace unos días la oí por la radio cuando un contertulio le dijo a otro "no seas mambrú" al espetar éste una solemne tontería. "Mambrú más que Mambrú" era una expresión bastante habitual en nuestra infancia y no creo que tuviera nada que ver con las famosas galletas Marbú que inundaban de olor golmágico Viana sino más bien con la incapacidad infantil de hacerse entender o hacer comprensibles o razonables nuestras opiniones o actos.
En la actualidad pienso que Mambrú se está convirtiendo en un gran problema, no Mambrú en sí, que lleva muerto más de doscientos años, sino la cantidad de mambrús o mambruses que cual hongos tras tormenta veraniega aparecen sin cesar, y sin necesidad de riego y por generación espontánea se reproducen y engrandecen a mayor honra de John Churchill Duque de Marlborough.
Salú pa tós.
http://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=23&ved=0CEAQFjACOBQ&url=http%3A%2F%2Flaalacenadelasideas.blogspot.com%2F2013%2F01%2Fmambru-se-fue-la-guerra.html&ei=_Ao9UZ6uKoGkPcbIgYAJ&usg=AFQjCNHUqvVakzYOSqY51fb1EJLWVGsDZA&sig2=3JIFHryv-EGJt1RpR4D3BA&bvm=bv.43287494,d.ZWU&cad=rja
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